Desde la reseña que aparece en la contraportada se nos advierte sobre el contenido del libro: Viaje de iniciación y Fantasía.
Pero esta fantasía me sorprendió porque desde el principio se aleja de los clásicos canones de espada y brujería para sumergirte en un mundo donde la magia es una mezcla de conceptos new age con ideas antropológicas de las más variadas culturas (la aborigen australiana en lo relativo al mundo de los sueños.) Todo este nuevo concepto no obstaculiza para nada el tranquilo desarrollo de los sucesos, quizás eleva con su originalidad estética y argumental el nivel del autor y su capacidad para crear un mundo original muy raras veces visto en este género.
El autor demuestra imaginación y conocimiento al crear una atmósfera mágica y a la vez coherente, dando al argumento (un viaje iniciático) una aureola mágica a veces irreal pero repleta de simbolismos e ideas que hacen de la lectura una delicia para el intelecto.
Es verdad que su lectura es lenta por la cantidad de detalles cargados de información que llenan sus páginas, pero con el paso de las páginas se van hacinedo más y más liviano para convetirse en una especie de acompañamiento a la protagonista.
De todos los libros leídos este año, puedo decir sin lugar a dudas que es el que más me ha sorprendido y siempre para bien. Su historia está magníficamente narrada y trasmite con facilidad emociones profundas.
También quiero felicitar a Carlos L. García-Aranda por su trabajo como chico para todo en una edición muy cuidad, casi de lujo. Tu trabajo en la sombra ha sido fundamental.
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