De este autor sólo había leído una trilogía con aires celtas que me gusto mucho en su momento y hojeando el argumento me gustó y le compré. Y tengo que decirlo: POR FIN... POR FIN un libro que te engancha de principio a fin.
Lo que arranca con una aire de penitencia y reflexión sobre el duelo o la pena se transforma en una intriga política que se ramifica aquí y allá haciendo que todos estén unidos con todos a través de algún nexo. Cada escena está brillantemente relatada, mostrando no sólo lo que se puede ver también todo el significado oculto en los actos que se producen. Todo ambientando en una detallista y bizantina China de la dinastía Ming.
El protagonista va evolucinonado según se encuentra con más y más embrollos por culpa de un regalo envenenado. Pasa de la franqueza de las primeras páginas a la suspicacia y dudas constantes del final. Todos los que el rodean tienen su vida y entran y salen en la novela según su relación con el protagonista.
El título está muy bien elegido, porque toda la acción, el hilo conductor de la novela son "los caballos celestiales" que tanto desean los chinos y que es el regalo recibido por el protagonista.
Me han encantado los Kalim porque aun dandose un aire a lo ninja, su misión es siempre protectora y no agresiva. No sé si exisitieron o no, pero su función es de lo más original.
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