miércoles, 24 de abril de 2013

Pídeme lo que quieras, ahora y siempre

¿Ya habeis leído mi crítica de "Pídeme lo que quieras? Estupendo, pues no sé como lo ha hecho Megan para que con cada página que leía fuera cambiando la idea prefijada que me había hecho de como sería esta segunda parte.
Sí, porque en esta el sexo queda en un segundo plano para demostrar que lo que mejor domina esta maestra de la literatura chic-lit es narrar historias de amor. Mostrar la evolución de los protagonistas y sobre todo, nos hace disfrutar de unos secundarios maravillosos que no sólo dibujan a los protagonistas, sino que les hacen brillar y elevarse para darles vida.
Me sorprendió página a página y me leí las primeras ochenta páginas de un tirón antes de respirar. Disfruté viendo el choque de caracteres, las relaciones de Judith con la familia de Eric y sus amigos ahora en Alemania, y sobre todo me admira que no le diera más caña a uno de los "villanos" de esta novela: el "Chino", que se gana su protagonismo a base de nala leche y gamberradas varias antes de su redención. 
También merece la pena hacer mención a la sobrinita de Judit, que pese a ser casi anecdóticas sus contadas apariciones, vienen a ser los momentos más divertidos de la novela, los más relajados y simpáticos.
En resumen, me ha gustado y ha superado con mucho las espectativas que yo me había hecho. En este caso concreto recomiendo leer el primero para enteraros de la historia que hay detrás y sobre todo para disfrutar del contraste entre una y otra. ¡¡Si hasta parecen escritas por dos autoras diferentes!!

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